viernes, 8 de mayo de 2009

Determinantes estructurales de la sobreexplotación del trabajo femenino en Venezuela




En el mercado laboral la sobreexplotación no es un término que se adhiere a las características propias de la economía, y es generadora del desequilibrio en su ámbito, como es el caso de la explotación por género, la marcada división de sexos del trabajo.

La sobreexplotación como término hace referencia a la desvalorización de la fuerza de trabajo, cabe destacar que dicho término viene acompañado y va en paralelo con el aumento de plusvalía. Este aumento se ve reflejado en la prolongación de la jornada de trabajo, caracterizándose por seguir produciendo al haber llegado al límite establecido. Todo esto ocurre a causa de no incentivar e incrementar la capacidad productiva de los trabajadores, si no por el contrario se sobreexplotan para obtener mayores ventas, ingresos y capital, un enfoque dirigido a la producción sin pensar en el valor humano y en la capacidad de crear estímulos para la obtención de beneficios tanto para trabajadores como para las industrias.

En Venezuela, desde el año 80 hasta nuestros días, el deterioro del sector trabajo produjo el aumento del desempleo, crecimiento de la informalidad, mala calidad de empleo, lo que trajo como consecuencia la caída del salario real. Esto a su vez desató la necesidad en el género femenino de buscar fuentes de ingreso para contrarrestar la disminución de poder adquirir el salario real, cabe destacar que la incorporación de la Mujer en el ámbito laboral se destaca con un número muy alto.

El desempleo recae con mayor porcentaje en las mujeres que en los hombres. Las mujeres se ubican en trabajos cuyos ingresos son bajos e improductivos posicionándose por debajo de los ingresos que obtienen los hombres. En el caso venezolano el mayor número de presencia femenina recae en el sector informal de la economía, lo que ha generado a su vez un aumento de dicho sector.

Es de carácter vanguardista la incorporación de la mujer en el ámbito de trabajo, ya que desde hace épocas sus fines y tareas fueron “asignadas” como asociaciones al trabajo doméstico y labores de carácter asistencial. Se ubicaban para mediados de los ochenta en el sector terciario, es decir, sector doméstico, ventas, textiles… todo esto se basaba en el estereotipo que eran trabajos “propios de mujeres”. Todo se basaba en el perfil de cada sexo, el femenino con tareas sencillas y fáciles, los hombres con oficios y profesiones. A partir de lo anterior se genera la caracterización por carrera o profesión.

Actualmente las determinantes que definen la situación laboral de las mujeres en el mercado Venezolano, profundizándolo como el problema estructural de la economía; se encuentra el incremento de los estratos inferiores, que conllevan a la absorción de la mano de obra, y a su vez a recibir ingresos cuyo capital no alcanza a dotar con completa capacidad y con un deterioro notable. Por otro lado mientras haya mayoría de desempleo, excedentes de fuerza de trabajo, los ingresos se reducen de todos aquellos que se basan en el sector informal, este excedente genera aumento del sector lo que conlleva a la competitividad y al manejo de precios por conveniencia y mayores ventas.

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