Debido a las transformaciones de las formas organizativas del trabajo el movimiento sindical enfrenta ciertas dificultades, por ejemplo la disminución en sus tasas de afiliados, así como la pérdida de protagonismo que tenían antes de la aparición de las diversas formas organizativas del trabajo, como consecuencia de esto el movimiento sindical adopta la medida de crear nuevas formas organizacionales, en las que se debe señalar claramente el papel tan importante que juegan los acuerdos y consensos como fuerza para hacerle frente a las medidas excluyentes que se presentan con las nuevas formas organizativas del trabajo.
Sabemos que en la organización de las empresas, se organiza la producción y por ende se organiza el trabajo, dichas organizaciones contribuyen con las empresas dado que el empresario integra los recursos para alcanzar el beneficio, pero solo los recursos no pueden generar riqueza y es donde interviene la fuerza de trabajo aportando su labor para alcanzar primero su beneficio personal a través del salario y análogos, y por otra parte el beneficio de la organización.
Por otra parte para que una empresa sea exitosa es necesario que sus componentes de personas tengan un liderazgo productivo, el cual debe ir de la mano con el liderazgo tecnológico, pero sabemos que en la sociedad latinoamericana existe una marcada desigualdad en la distribución de los ingresos y en el acceso a los recursos , lo cual genera una influencia en las organizaciones empresariales y sindicales, por lo que se vuelve dificultoso la intermediación entre los empresarios y los dirigentes sindicalistas. A parte de esto existen políticas públicas que generan cierta dificultad al momento de darse las negociaciones entre estos dirigentes sindicales y los empresarios, lo cual genera que estos no puedan llegar a un acuerdo que los favorezca a todos.
Lucena, Hector. El movimiento sindical ante las nuevas formas de organización del trabajo. www.nuso.org/upload/articulos/3115_1.pdf
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